Originalmente ocupaba una superficie de 66.000 km cuadrados hoy día apenas llega a los 10.000.
En los años 60 el régimen soviético decidió extraer agua del río Amur Daría para cultivar intensivamente algodón. El resultado fue la casi total desaparición del mar de Aral acabando con su fauna y el medio de vida de miles de personas.Actualmente el mar de Aral se ha dividido en dos partes la del Norte está en Kazajstán , que aunque también se ha reducido mucho parece ser que sobrevivirá pues el río Sir Daria sigue aportando su caudal , en cambio la parte del Sur que es hacia dónde nos dirigimos irremediablemente desaparecerá, probablemente en 10 años.
En los años 60 el régimen soviético decidió extraer agua del río Amur Daría para cultivar intensivamente algodón. El resultado fue la casi total desaparición del mar de Aral acabando con su fauna y el medio de vida de miles de personas.Actualmente el mar de Aral se ha dividido en dos partes la del Norte está en Kazajstán , que aunque también se ha reducido mucho parece ser que sobrevivirá pues el río Sir Daria sigue aportando su caudal , en cambio la parte del Sur que es hacia dónde nos dirigimos irremediablemente desaparecerá, probablemente en 10 años.
Salimos de Nukus a las 8 de la mañana, visitamos primero unas ruinas pertenecientes a un reino antiguo que había por esta tierra. Vamos en dirección a Kungrad donde almorzamos una sopa con carne y una masa con carne picada y cebolla que en ruso se llama "mantí". Nos dirigimos hacia la meseta de Ustyurt una planicie inmensa que se eleva bruscamente unos 30 m y llega hasta el mar Caspio.
Después de pasar por una antigua necrópolis de los ancestros del pueblo karakalpako y a través de una maraña de pistas que nuestro chófer conoce a la perfección vemos por fin el antiguo lecho del mar de Aral, una extensión infinita, árida poblada solo por arbustos. Un tiempo mas tarde el borde de la meseta de Ustyurt se transforma en una especie de antiguos acantilados que parecen desmoronarse y desde ahí se divisa una delgada línea azul, tras las fotos de rigor salimos a toda leche cambiando de una pista a otra, Dios sabrá por qué ( increíble la pericia de este hombre) y alcanzamos por fin nuestro objetivo.
El mar de Aral aparece precioso, de un color azul muy intenso. Nos dirigimos hacia la playa y nos bañamos (todos menos Víctor) durante una hora.
El agua está tan salada(100 gr. de sal por litro) que se puede flotar perfectamente. Al entrar, el cieno llega hasta las pantorrillas, luego hay que avanzar unos 50 metros hasta que el agua cubre más y se puede nadar. Es una gozada flotar, el agua esta tan calentita... Experimento una sensación de satisfacción al haber cubierto el primer hito de mi viaje, y no me quiero salir del agua pero tenemos que prepararnos para hacer noche allí.
Retrocedemos un poquito y subimos por la rampa que bajaba de la meseta y acampamos. Guinius monta las tiendas, Víctor cocina un guiso exquisito (una especie de papas con carne) y Michael me da la brasa conversando sobre esto y a aquello.
Sobre las once nos acostamos contemplando el cielo estrellado.
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