domingo, 29 de junio de 2014

Historias de Samarkanda

Dice la leyenda que Bibi-Khanin, esposa China de Timurlén, quiso sorprenderlo con la construcción de una mezquita mientras él se hallaba en campaña. El arquitecto que la tenía que construir se enamoró perdidamente de ella y se negó a terminar la mezquita a no ser qué le diera un beso. Tan apasionado fue que le dejó una marca y al regresar Timurlén, dándose cuenta del suceso, mandó matar al arquitecto y ordenó que desde ese momento todas las mujeres llevasen velo para no tentar a los hombres.

Foto: mezquita de Bibi-Khanin.

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